Muchas personas aplican la de “clavo que saca otro clavo” después de una ruptura amorosa, pero ¿has pensado por qué no deberían hacerlo?

Sabemos – y hemos experimentado – que el amor es irracional, confuso y turbulento en muchos casos, por lo que cuando se da la ruptura, puede causar ciertos conflictos y cambios en nuestra manera de actuar y percibir nuestra realidad, por lo que se recurre a las relaciones de rebote para hacer frente a la situación.

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¿Qué son este tipo de relación? Una relación de rebote consiste en sustituir a una expareja una vez finalizada la relación para ayudar a superar lo vivido y no enfrentarse a sentimientos de soledad, esto puede hacer que las personas entren en una nueva relación con alguien que no conocen bien.

Generalmente, ésta llega cuando aún no se ha asimilado y procesado la ruptura de la relación anterior, por lo que el vínculo establecido se basa en la manipulación y el miedo al vacío.

Un estudio realizado en la Universidad de Illinois reveló que el propósito de estas relaciones es ayudar a las personas con el corazón roto a seguir adelante y sanar más rápidamente la ruptura. Según la investigación, las personas que entran en relaciones de rebote superan a sus exparejas más rápido y sienten más confianza en sí mismas.

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Por otro lado, se ha llegado a revelar que estas relaciones sirven para engañarse a uno mismo, en un intento de desarrollar la obligación de actuar y sentir de la forma en que se hacía durante la relación o mientras se estaba con la persona que ahora se extraña.

Un rasgo característico de las personas que tienden a las relaciones de rebote son la dependencia emocional; la cual se externa de 3 maneras:

• Cognitiva: El autoconcepto se transforma y se asume la idea de que para que una persona sea plena, necesita tener pareja.
• Emocional: Debido a la búsqueda de cosas que mantengan ese cierto vínculo con la persona anterior, esto puede derivar en una cadena de sentimientos y pensamientos obsesivos respecto a la pareja previa.
• Conductual: Se busca evitar el malestar producido por la ausencia de la persona.

Esta nueva relación va a terminar mal si se inicia con miedo o ansiedad generados por la relación pasada o si se espera que la nueva pareja compense las deficiencias de la anterior, por lo que psicólogos y terapeutas recomiendan darse el tiempo suficiente para hacer una introspección y asumir la responsabilidad en el fracaso de la relación anterior.

Sin duda las relaciones románticas son complejas, pero puedes tener relaciones más positivas si primero haces las paces con tu pasado y te das el tiempo para hacer los cambios que debes hacer en ti.