Liam Payne confiesa pensamientos suicidas por One Direction
Liam Payne es uno de los cantantes más exitosos en la actualidad. Saltó a la fama por integrarse a la agrupación juvenil One Direction, una de las bandas de chicos más importantes de todos los tiempos, generados una enorme fama mundial. Durante mucho tiempo se mantuvieron juntos, generando éxito tras otro, pero sorpresivamente decidieron tomar una separación temporal, lo que dejó muy tristes a todos sus fans.
LO MAS LEÍDO —> Conductora de show matutino tiene aparatosa caída en vivo
Esta situación abrió camino a que los integrantes comenzaran a probarse como cantantes solistas pero mientras más han pasado los años desde su separación, más sorprendentes verdades han surgido. Varios de sus integrantes han admitido que no todo fue miel sobre hojuelas, y a pesar de que intentaban tener una buena relación entre ellos y sus fans, muchas ocasiones no fueron tan placenteras.
Ahora Payne ha sorprendido a sus fanáticas con muy tristes declaraciones. Aseguró que de seguir en la agrupación le habría costado la vida, ya que lo convirtió en una persona muy introvertida y totalmente aislada del mundo: “Nos hacían trabajar demasiado, sin duda. Yo no tenía vida personal, no tuve la oportunidad de aprender nada acerca de mí mismo. Recuerdo que cuando empecé a acudir a terapia, me preguntaron qué me gustaba hacer. Y no pude responder: no tenía ni idea”.
Mencionó que toda su situación de fama ocurrió muy rápido y eso generó que tuviera muchos problemas consigo mismo: “Pasé demasiado tiempo viviendo como la típica estrella del pop reclusa, me asustaba la gente y me pasaba todo el tiempo encerrado. Tenía que parar, es evidente. Me habría matado”.
Además mencionó que su relación sentimental con la cantante Cherly, madre de su hijo, se vió muy perjudicada por su fama, ya que solo sumaba problemas a su estado mental debido al estrés y presión por a la inmensa popularidad que ambos poseían y que era imposible que pasaran desapercibidos por la calle: “Creo que eso es algo que nos ‘contagiamos’ mutuamente. En el peor sentido posible. Era mucha presión para una relación. En su caso, tardaba una eternidad en salir de casa, no importa adónde fuéramos, porque le preocupaba mucho [quién pudiera vernos]”