Frida Sofia y Alejandra Guzmán siguen dando de qué hablar, esto luego de que la hija de la cantante ventilara la mala relación con su madre, pues el pasado 10 de mayo, la joven mandó un peculiar mensaje a la Guzmán, situación que ventiló más problemas que habí­a en la familia, pues anteriormente habí­a tenido varios altercados con Michelle Salas.

Tras darse a conocer esto, Frida mencionó que su madre se habí­a metido con su ex, Christian Estrada, lo que desató un gran escándalo, pues, el empresario aseguró que jamás hubo nada entre él y Alejandra, además de que la joven habí­a abortado el hijo que estaban esperando.

Aunque, todo parecí­a indicar que las cosas entre ellas se estaban calmando un poco, Alejandra Guzmán concedió una entrevista a Gustavo Adolfo Infante en donde reveló que habí­a recibido golpes por parte de su hija, lo que causó el enojo de Frida quien a través de instagram, mostró un video en donde dejaba ver los moretones que supuestamente le habí­a ocasionado su madre.

Además, en instagram stories dio a conocer la versión de lo que habí­a sucedido, destacando que jamás le levantarí­a la mano a su madre, y que si lo llegó a hacer, fue para defenderse, además de expresar que se hací­a la fuerte, pero que no era así­, y que le dolí­a mucho toda esta situación.

Luego de los videos que mostró, la joven dio a conocer un comunicado reflexionando sobre su reacción. “Escribo este comunicad en reflexión a mi reacción de ayer. Me arrepiento de haber reacciones de esa manera y no actuado con cordura, en ocasiones el dolor me gana.”, mencionó.

“Estoy trabajando en mí­ para no seguir repitiendo los patrones que hay en mi familia y ahora me doy cuenta que caí­”, continuó Frida Sofí­a, quien más adelante reflexionó que “no tendrí­a que decir nada de mi mamá porque al final creo que ella hizo lo mejor que pudo con las cartas que se le dieron”.

“Todos tenemos la fantasí­a de una mamá amorosa, que te apoye de manera incondicional; económicamente sí­ cumplió y se lo agradeceré eternamente. Me da coraje que se refiera a mi de esa manera, llegando al punto de hacerles ver que yo tengo un desorden mental y no que estoy tratando de superar el dolor que ella me ha causado”, continúo.

“La gente que está cerca sabe la verdad de sus abusos fí­sicos y mentales, pasé toda mi infancia tratando de tapar sus actos, desde defecarse y vomitarse encima repetidamente, con miedo siempre a que muriera y para que la gente presente no se diera cuenta, porque me daba mucha pena que la vieran perder el control así­”, expresó para luego considerar que “hasta que ella y yo podamos sanar, lo mejor entre nosotras es la distancia”.