Anteriormente el sueño no era muy tomado en cuenta por la medicina como un factor clave en el mantenimiento de la buena salud del organismo. Actualmente y tras numerosas investigaciones se ha verificado la importancia que tiene el sueño en el proceso reparador del cuerpo y, por ende, el colchón juega un papel fundamental en este proceso.

En el mercado existen diferentes tipos de colchones y tamaños los cuales variarán de acuerdo a las necesidades y presupuesto de las personas. Los más recomendables son aquellos que ofrecen un buen nivel de confort y espacio, como son los colchones king size o los queen size.

La importancia de un buen colchón en el proceso regenerativo del sueño

Se ha determinado que el dormir en un colchón de mala calidad o que no se adecúe a las necesidades requeridas de la persona que lo usa, afecta el proceso del sueño profundo y, por ende, termina perjudicando la salud de esa persona. Una de las causas muy comunes por las cuales se interrumpe el sueño profundo es que el colchón que se usa no soporta la presión que ejerce el cuerpo sobre su superficie, obligando a la persona a cambiar de postura una y otra vez.

Esto se debe a que los colchones de mala calidad o que ya han pasado su tiempo de vida útil, pierden la adaptabilidad en sus materiales viscoelástico los cuales son los que permiten soportar la presión del cuerpo. En cuanto al ciclo de vida útil de un colchón bueno, este está en el rango de 8 a 10 años.

Eligiendo un colchón de acuerdo al peso de la persona

El peso es uno de los factores claves que se debe tener presente al momento de adquirir un colchón, pues las necesidades de una persona obesa difieren de una delgada. De igual manera, una persona que duerma sola tiene una necesidad de colchón diferente a una pareja matrimonial.

En el caso de las personas obesas, se recomienda un colchón viscoelástico o uno de muelles combinado con material viscoelástico ya que estos ofrecen la firmeza y adaptabilidad necesaria en este tipo de personas. Las personas con sobrepeso deben descartar los colchones de látex, viscolátex y gel ya que se hundirán y, por ende, la transpiración aumentará.

Por su parte, las personas que duermen en parejas deberán buscar colchones que posean independencia de lechos ya que así se evitará que una persona sienta los movimientos de la otra. También es recomendable en estos casos, ubicar el colchón sobre una base rígida.

Eligiendo un colchón de acuerdo a las patologías de las personas

En el caso de sufrir patologías o dolencias, no se debe escatimar en gastos ya que la salud se verá afectada en la decisión que se tome. A continuación, algunas recomendaciones:

• En caso de sufrir de vértigos, lo mejor es adquirir un colchón firme.
• Para los que tienden a sudar en exceso, lo mejor es un colchón de gel o de muelles.
• Si la persona tiene problemas en los huesos o articulaciones, la opción ideal es un colchón de viscolátex.
• Para las personas alérgicas lo idóneo es buscar un colchón tratado con elementos hipoalergénicos y aloe vera los cuales ofrecen un secado rápido y evitan la acumulación de ácaros y polvo.