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Así recuerdan los mexicanos el 19S
Era un martes 19 de septiembre, exactamente a las 13:14 horas. La gente se había preparado previamente con una alerta sísmica para conmemorar el 32 aniversario de uno los hechos que había marcado a México en 1985, el terremoto de 8.1 grados Richter. Sin imaginar que este mismo día la historia volvía a repetirse.
Las alertas sísmicas sonaron nuevamente. No, no era un simulacro, era algo real. Los edificios se movían y la gente comenzaba a entrar en crisis, pues el anunció del temblor llegó unos segundos más tarde y no creían que esto estuviera sucediendo.
En las universidades, en las calles, en el transporte, en las oficinas, el temblor de 7.1 grados se apoderó de todos.
“Estaba en medio de una clase cuando comenzaron a moverse las bancas, todos estábamos muy confundidos (…) cuando salimos hacia las paredes sentí que el piso se venía abajo y sólo reaccione para sostenerme del pizarrón, muchas de mis compañeras estaban muy nerviosas, algunas estaban llorando y otras salieron corriendo del salón; cuando pasó salimos y la facultad ya estaba vacía, todos estábamos en shock”, cuenta Olivia Bustamante, es estudiante de la facultad de Filosofía y Letras en CU.
Mientras Olivia vivió esto en el Sur de la ciudad, edificios en la colonia Condesa y la Roma se derrumban, como una película de desastres naturales, un hecho que jamás pasó por la mente de los mexicanos.
“ Vi cómo se cayeron las paredes de unos edificios y cuando se colapsó el inmueble de Monterrey y Viaducto. Demasiado polvo, demasiado olor a gas en toda la colonia. En verdad, creí que habría una explosión que culminaría en una tragedia. El sonido de las ambulancias que iban y venían a Centro Médico y Hospital general en verdad eran desgarradoras. Ese día entendí por qué la generación que vivió el terremoto de 1985 le tiene tanto miedo a los temblores. Ese día empezó mi miedo a la Alerta Sísmica y hasta ahora perdura”, cuenta Georgina Larruz quien se encontraba en la Roma Sur.
Las víctimas: 369 fue la cifra total de pérdida de vidas, 11 mil inmuebles resultaron afectados, 30 mil personas damnificadas, algunas sin hogar hasta ahora. El Colegio Enrique Rebsamen y un edificio Multifamiliar Tlalpan 3000 cobró 25 vidas, entre ellos 21 niños y 4 adultos, hecho que quedó en la memoria de los mexicanos.
Estábamos viviendo el 19 de septiembre del 2017, que tanto como en 1985 México sucumbió, los mexicanos temblamos al mismo tiempo que la tierra; sin embargo, provocó algo inaudito: la liberación de esa energía humana, esa que solo poseen los mexicanos.
La gente comenzaba a salir a las calles, sin medir la hora o el clima, si el edificio estaba a punto de caerse, no importaba si no tenían hogar; la solidaridad y la calidez humana salió a la calle. Por un momento las diferencias se habían ido y con ello se creó un movimiento inesperado: Fuerza México.
“Buscaba alguna forma de ayudar, pero realmente ahí sobraban manos. Había mucha gente que voluntariamente estaba regalando comida a los chicos que estaban ayudando en la demolición y en los escombros unas cuadras más allá en el edificio de Petén”, asegura Angélica, voluntaria.
México estaba destrozado, se encontraba de luto, se veía en los medios, en las noticias nacionales y también internacionales, el mundo estaba observando que pasaba en el país, y con ello la ayuda comenzaba a llegar desde otros horizontes. Pero sobre todo los mexicanos que apoyaban a sus compatriotas.
“Aunque estaba en Corea recuerdo que al ver cómo todos ayudaban me me sentí muy orgullosa de ser mexicana, cómo cada uno de mis amigos y conocidos aportaba su granito de arena ya sea llevando víveres, medicina, transportando víveres, removiendo escombros, llevando comida a los que ayudaban… me movió el corazón, recuerdo una imagen de un chico en silla de ruedas ayudando, fue increíble ver cómo todos éramos uno mismo, no había diferencias políticas o de cualquier tipo, todos querían ayudar”, cuenta Alejandra Zenil.
