Alejandro Sandí revela las cosas que vivió durante su secuestro
En la tarde deL domingo 24 de noviembre se emitió el reporte de asalto y secuestro del actor Alejandro Sandí, quien estaba en compañía de Esmeralda Ugalde y Vanessa Arias cuando fueron atacados por un grupo de hombres armados en el Nevado de Toluca.
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A través de instagram, dieron a conocer que un grupo de atacantes los bajaron del vehículo que los transportaba, en donde les arrebataron sus pertenencias de valor, además de que secuestraron a su amigo, el actor Alejandro Sandí, quien es conocido por su actuación en el Señor de los Cielos.
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Tras darse a conocer esto, se reveló que Alejandro Sandí, ya se encontraba en su domicilio, asimismo se reveló que estaban en indagatorias para dar con el paradero de la banda delictiva. Ahora, tras varias semanas de este desafortunado suceso, el actor ha decidido hablar del tema.
“Llegando se nos pusieron unos tipos enfrente, en otro auto. Pensábamos que nos iban a chocar, porque venían a toda velocidad, pero se bajaron y nos rodearon. Comenzaron a gritarnos groserías, metieron la mano por la ventana y me pusieron la pistola en la cabeza; Vanessa y Esmeralda estaban en shock. Después, uno de los hombres abrió la puerta y me dijo: ‘Pásate para atrás’, y cuando me bajé, me esposó“, inició narrando el actor.
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Asimismo detalló que, aunque tuvo algunos golpes en la cabeza, las mayores agresiones fueron psicológicas.
“Desde que me esposaron ya no quise levantar la cabeza, y así estuve más de 27 horas. Lo único que hice fue preguntar por mis amigas, y uno de los hombres me respondió: ‘Las bajamos’, me quedé muy angustiado, no sabía si estaban bien. Estuve todo el tiempo esposado, con los ojos vendados, en la cajuela de su auto. No me dieron de comer ni de beber, me tuvieron encerrado junto con otra persona, solo nos bajaron para hacer del baño“, continuó.
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“Solo pensaba: ‘Me van a soltar en dos horas, nomás querían el coche, la cartera y el celular; me van a botar hasta quién sabe dónde y quizá se conformarán con darme una golpiza’, pero no fue así. Dicen que ésa es la tarifa de los mexicanos por vivir acá, ¡estamos mal! Solo pasaba por mi mente: ‘Si me matan, ojalá que mi familia encuentre mi cuerpo’”, finalizó.
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