Uno de los escándalos sobre Pokémon Go fue la implantación de criaturas en Auschwitz. Rápidamente, los Pokéstops y arenas fueron eliminadas, y se les pidió a los visitantes, por respeto a las víctimas, no jugar en este lugar.
Desde entonces, como lo explica Les Inrocks, el museo del Holocausto en Berlín y en Washington D.C., el osario de Douaumont e incluso el memorial de Hiroshima, han tomado esta decisión, y es totalmente comprensible.
Una pequeña ciudad al sur de Francia se hartó y pidió directamente a Niantic que impidiera que los Pokémon salvajes aparecieran en su territorio.
En el decreto municipal, los argumentos son mantener “el buen orden y la tranquilidad pública” que están relacionadas con la seguridad de los conductores y de los peatones.
Creemos que la gente de este pequeño poblado tiene toda la razón, y es que Pokémon ha sobrepasado los límites. Afectar lugares históricos solo por obtener a un personaje virtual se nos hace muchísimo.
Esta ciudad está A PUNTO de prohibir Pokemón GO
