Vendedor de palomitas de maíz cumple su sueño de graduarse
La limitación del aprendizaje y educación es una realidad lamentable que sigue afectando a ciertos países, disminuyendo sus oportunidades de superación en la vida. Tal es el caso de este vendedor de palomitas callejero, quien después de algunos años logró cumplir su gran sueño de graduarse de la universidad.
Este ejemplo de superación ha causado revuelo en los portales de noticias en Brasil. Se trata de un hombre humilde llamado Samuel Cardoso Brito, vendedor callejero que sale con su carrito de palomitas de maíz a diario, para ganarse la vida.
Proveniente de Icaraíma, Paraná, Samuel Brito tuvo que dejar sus estudios muy joven para ayudar en su hogar. Consiguió trabajos como limpiabotas, vendía paletas heladas y hasta trabajaba en un basurero para sobrevivir, por lo que sus estudios quedaron en segundo plano. Sin embargo, él mismo admitió no verse preocupado por dejar sus estudios, ya que no tenía el deseo de continuarlos.
“Yo no tenía ese deseo de estudiar, no era bueno en el salón de clases, entonces no pasé del tercer grado. A los 15 años ya no pensaba en estudiar, me iba a las minas a trabajar, pero siempre leía libros y cómics” comentó, al medio brasileño Metrópoles.
Samuel Brito decidió retomar sus estudios a los 40 años, luego de aplicar para una vacante y ser rechazado por no contar con título de bachiller a pesar de que cumplía con los demás requisitos.
A partir de esta vivencia, decidió viajar al campo donde podía costear su vida y sus estudios. Se dedicó a vender palomitas de maíz y al mismo tiempo descubrió una nueva pasión por la lectura y el inglés.
“Solo tenía un trozo de madera y un pequeño terreno, así que decidí tomar un curso de educación a distancia e irme al campo, ya que el costo de vida sería más bajo. Me mudé a la aldea de Boa Vista do Cuçari, en el municipio de Prainha, para vender palomitas y, por lo tanto, poder pagar mi curso”, dijo al respecto.
Después de terminar el bachillerato, ingresó a una reconocida universidad en Brasil donde inició una carrera en Letras logrando graduarse con muy buenas notas. A pesar de que implicó un esfuerzo doble, reconoce que ha valido la pena y planea seguir adelante. Ahora desea estudiar una maestría y hasta un doctorado.
De igual manera, desea escribir un libro narrando su historia y así motivar a las personas a perseguir sus sueños, dejando en claro que realmente son posibles de lograr.
No hay duda de que el único límite es el cielo. Así de grande debería de ser nuestra determinación y voluntad de lograr algo que realmente nos guste. Hacerlo posible siempre estará limitado por nuestro deseo de lograrlo.
