En una entrevista reciente que tuvo el actor Humberto Zurita con Mara Castañeda, habló de cosas íntimas que vivió con su amor de 30 años, Christian Bacha, conocida como sus papeles de telenovela como: “La Impostora”, antes de que falleciera el pasado el 26 de febrero de 2019 a causa de un presunto paro cardíaco, pero 3 décadas después, Zurita mencionó que fue a causa de una enfermedad que quisieron guardar como un “secreto”.

 

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Esta entrevista fue una lluvia de emociones en las cuales hubo amor, enojo, tristeza, pero más que nada, todo fue una una lección de vida, pues el actor de 100 Días para enamorarnos, mencionó que al momento de que la actriz se enteró de su enfermedad, no quería que nadie se enterara.

“A Christian no le interesaba hacer un circo ni de su enfermedad, ni de su muerte, ni de nada. Cuando supimos que estaba enferma, dijo: ‘Esto es aquí, aquí se queda y así se quedará siempre’. Es respetar la decisión que ella tomó y el amor que le tenemos mis hijos y yo, somos una tumba. No hay más, se murió y punto”, dijo Humberto Zurita.

 

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Pasando el mes de febrero, después de la muerte de Bach, Humberto confesó que tanto para él, como para sus hijos, Emiliano y Sebastián, fue un sin fin de emociones, esto debido a que no estaban preparados psicológicamente lo que iban a pasar teniendola ya a su lado, ya que incluso, el actor, mencionó que llegó a perder la fe en saber si podía seguir su camino sin ella.

“Pasé primero por un ciclo que te deja muy dolido, muy triste, muy enojado; de no poder creer cómo una mujer tan bella, inteligente, tan sana… Christian no fumaba, no tomaba, hacía ejercicio, era bailarina no profesional”, mencionó.

 

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Pero con el paso del tiempo, a través de terapias y momentos de reflexión pudo lograr sobrellevar su pérdida tanto para su persona, como para sus hijos:

“Primero de tristeza, de no comprender, me enojé con todo lo divino. Es cuando digo: ‘La naturaleza es cruel’. Hoy lo veo como… En una gran época de mi vida estudié mucho a los existencialistas franceses y creo en lo que Jean Genet decía sobre la inversión de los valores: uno tiene esa capacidad de que, si la vida es cruel, le pongas un tulipán”.

 

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Por último, Humberto Zurita mencionó todo lo bonito que vivió a su lado y todo lo que ha aprendido de ella aun cuando ya no se encuentra con nosotros, sin duda un ejemplo de superación para muchos, y con esto concluyó:

“Se llevó lo más lindo; no la dejó envejecer, no dejó que esa flor se marchitara y eso está padre. Ella siempre fue una persona muy congruente con su vida, una persona muy inteligente. Eso era lo que más me gustaba de ella, su inteligencia. Esa sí era una mujer empoderada, adelantada a su tiempo en ese sentido“

 

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